Pólvora y venganza
No la apodaban “dinamita” por casualidad, Anne fue mujer de Michael Collins, el mejor barrenero de Carolina del norte. Era un hombre querido y apreciado en Strawberry Fields, de aquellos con un gran sentido de la justicia. Se enfrentó verbalmente a la banda de Mallory. No sobrevivió. Cuando Anne supo que su marido había muerto, se presentó horas después en el salón de Strawberry Fields. Todos vieron llegar a la mujer a uña de caballo. Descabalgó en la plaza y entró en el salón sin molestarse en atar las bridas de su montura. La mujer de amplias caderas sujetaba tres cartuchos de dinamita y una escopeta. Cuando entró en el salón con el pelo oscuro pegado a las mejillas y los ojos inundados, ninguno de la banda de Mallory reparó en su llegada. Quienes sí se percataron de las intenciones que llevaba Anne fueron los habitantes del pueblo. Salieron sigilosamente del salón sin molestarse en terminar el whisky. James, el barman, le pasó su cigarro a medio fumar. Ella lo tomó y encendió la mecha entrelazada de los tres cartuchos. Los más rezagados, salieron por las puertas abatibles como ratas ante el fuego. Anne lanzó los tres cartuchos atados entre sí sobre la mesa de póker con las tres mechas muy cerca de su final. Salió del salón y esperó en la calle con la escopeta preparada. La deflagración voló media planta baja, dejando a la banda de Mallory como pasto para los gusanos. Los que consiguieron renquear hasta la entrada, Anne los remató a tiros.
Los Mallory habían recolectado una buena colección de delitos en el vecino estado de Kentucky. El Marshall recompensó a Anne con cinco mil dólares por la banda de forajidos. Ofreció la mitad de la recompensa a James para cubrir los daños que había causado en su salón. El resto de las ganancias las usó para ampliar su hacienda con varios acres de terreno y comprar una decena de vacas. Su hijo Bobby era lo suficientemente mayor para ocuparse del ganado y así lo hizo. El suceso hizo de Anne “dinamita” Collins una auténtica heroína en el pueblo. Aunque fue respetada desde entonces, inspiraba temor entre los habitantes de Strawberry Fields. Anne estaba sola.
Varias cosechas se perdieron a lo largo de los años. Por mucho que trabajaran madre e hijo, los esfuerzos eran insuficientes. Algunos amigos de Bobby lo ayudaban con el ganado y, gracias a aquello, podían hacer algo de fortuna. Anne necesitaba a más gente en la hacienda Dinamita. Entonces, llegaron ellos tres. Bobby los había interceptado en los pastos para el ganado, a primera hora de la mañana. Eran esclavos negros procedentes de una plantación de tabaco, en el sur. Estaban físicamente agotados, su ropa estaba raída. Los dos hombres llevaban marcas de latigazos, la mujer estaba embarazada. Bobby sintió compasión por ellos. Dejó de apuntarles con la escopeta y los guió hacia la casa. Anne llegó poco después a galope, irrumpiendo en la cocina y pidiendo explicaciones. Reconocieron que se habían fugado de la plantación Greyson. El patrón era cruel con todos los esclavos, los trataba como animales y violaba a las mujeres, torturándolas. Diez esclavos decidieron huir. A dos se los comieron los perros. Los demás fueron capturados. Solo ellos habían llegado tan lejos. Anne aceptó que se quedaran en la hacienda; se oponía a tener esclavos y así lo hizo saber. Serían libres de marcharse siempre que no estuvieran a gusto. Entre tanto, pagaría un dólar al mes a cada uno de ellos por su trabajo. Le ayudarían a cultivar, ordeñar, cuidar del ganado y cualquier actividad que necesitara atención. A la mujer, llamada Dorothy, le encargó las tareas del hogar hasta que el niño naciera. Louis era el hermano de Dorothy, mientras que Atmus era el padre del niño. Dorothy y Atmus se amaban aunque no estaban casados. Anne arregló todo para que el párroco de Strawberry Fields casara a la pareja. La vida fue más fácil a partir de entonces. Los recién llegados se mostraban contentos con Anne y Bobby a pesar del arduo trabajo; la hacienda comenzaba a funcionar. El niño de Dorothy nació sano y fuerte. Lo llamaron Michael, en honor al difunto marido de Anne. Fue entonces cuando Anne dejó de considerarles trabajadores. Se habían convertido en su familia.
Al cabo de unos meses aparecieron doce hombres a caballo en Strawberry Fields. Los hombres preguntaron por la hacienda Dinamita en el salón. Después de echar un trago, dirigieron sus caballos haca allá. Aquellos hombres de Greyson querían recuperar lo que era de su patrón. Anne y Bobby los recibieron en la entrada de la casa. Los doce desmontaron sin hacer movimientos bruscos. Aquello no hizo que Anne y Bobby bajaran las armas. Los hombres de Greyson querían a los esclavos y no daban muestras de retirarse. Fue una negociación dura. El continuo desprecio que mostraba Jimmy hacia ellos estaba enfureciendo a Anne. Bobby propuso la compra de aquellos esclavos por cinco mil dólares. Aquello provocó una reacción en el grupo. Jimmy accedió pero era codicioso, aceptaría diez mil dólares por los negros. Anne resopló de furia. Tras un instante de reflexión, accedió al trato. Pasó a la casa mientras Bobby mantenía la escopeta apuntando a aquella gente. Tardó quince minutos en volver con un maletín de viaje azul. Se acercó y contempló el rostro de Jimmy. Tenía una mirada depredadora y se relamía de lujuria cuando lo miró a los ojos. Aquel hombre no se contentaría solo con dinero, como Anne había supuesto. Dejó el maletín delante de ellos y se alejó caminando hacia atrás, apuntando continuamente con su arma. Jimmy clavó una rodilla en el suelo y comprobó el contenido del maletín. Fue entonces cuando se activó el detonador, volando la cabeza de Jimmy por los aires. El estruendo se llevó a cinco más que querían ver el dinero. Anne, aunque lo hubiera tenido, les hubiera puesto la misma cantidad de dinamita. La lluvia de sangre que provocó aquel estallido regó la hierba de toda la zona. A continuación, Anne disparó sobre todos los supervivientes. Bobby miraba a su madre y seguía su ritmo de disparo, con la mirada dura como el yunque de un herrero. Los hombres de Greyson fueron borrados de la existencia. Anne reprimió un escalofrío, recordando la mirada de Jimmy y se puso a trabajar, recogiendo trozos de seres humanos de la entrada de su hacienda. Atmus y Louis cavaron una zanja donde metieron los restos de hombres y monturas por igual. Guardaron los caballos supervivientes en sus establos y los marcaron como propios. Por lo que respectaba a Anne, nadie había acudido a la hacienda en mucho tiempo. Aquello era lo que le diría al Marshall en caso de que hiciera preguntas. Anne sabía que todo iría bien. El niño de Dorothy crecería sano, Bobby terminaría encontrando esposa y ella… ella tenía a Louis, en secreto, a su entera disposición. Sonrió hacia el futuro y terminó de enterrar a los muertos.