
Demostración de fuerza
En la pequeña plaza que precedía al establecimiento había una enorme aglomeración de gente a la espera. La posada de Howard estaba repleta de viajeros. La conversión del reino ante el credo de los diez atrajo a toda clase de gente, en su mayoría de origen humano. Los habitantes del imperio del otoño se habían atrevido a viajar al país hereje una vez anunciada la conversión. La mayoría de ellos eran humildes labriegos en busca de una oportunidad para prosperar. La gran cantidad de gente y los distintos credos provocaron tensiones dentro y fuera de la posada. Murok recibió la orden de despejar el salón en dos ocasiones. Solo tenía que cuadrarse, mirar con intensidad al objetivo y cerrar los puños. No tuvo necesidad de recurrir al hacha de dos manos a su espalda. Los bravucones huían despavoridos. Cuando el minotauro se imponía, no había nadie que le hiciera sombra. Tan pronto el salón quedaba vacío, volvía a llenarse en cuestión de minutos.
Leer más «Demostración de fuerza»